Marie Linares: Letras que deslumbran
MARIE LINARES: (Chiclayo – Perú, 16 de abril de 1984). Seudónimo de María Helena Flores Alvitez. Abogada y docente. Actualmente cursa el Programa de Complementación Pedagógica Universitaria de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo en la especialidad de Ciencias Histórico Sociales y Filosofía.
Publicaciones: “Poesía de tu carne” (Ediciones Prometeo Desencadenado 2016), coautoría en la plaqueta “Palabras para un canto” (2018)
Participación en antologías: “Antología de Microrrelatos Eróticos 69” Tomo II Ediciones Altazor – Lima, 2016, “Los Monstruos del ID”, Historias Pulp 2017, “Sexo al cubo. Veintisiete relatos sobre la sexualidad femenina en el Perú escritos por mujeres” Lima - Ediciones Altazor, 2017, “El Mágico Paraíso del Sol. Diez relatos sobre hortalizas y frutos peruanos”, Lima - Maquinaciones Narrativa, 2018 y “21 Relatos sobre la lucha de las mujeres en la Independencia del Perú”, Lima - Ediciones Copé (próximo a publicarse); así como colaboraciones en diversas revistas físicas y virtuales.
Ha participado en recitales y eventos literarios como el I Encuentro Regional de Escritoras – Lambayeque 2018, Festival de Poesía Matute 2 en la ciudad de Iquique – Chile (Noviembre del 2017), X Feria del Libro de Nuevo Chimbote (FELINCH 2017), Festival de Poesía del Diantre (Chiclayo 2013, 2015 y 2016), Feria Internacional del Libro de Trujillo (2016), entre otros. Es cofundadora del Colectivo Cultural Femenino “Palabras para un Canto”.
La sombra
Se disponen las 32 piezas en el tablero de ajedrez
Escoges ser las fichas blancas o las negras
Ningún objeto te ha pedido la apropiación de sus casilleros
Y el bolero del abuelo se resiste en el parlante
Los dedos se ensombrecen
En la partida que se pierde.
Perder los papeles
Mientras me deslumbran las hormigas
En su larga fila de pasos subterráneos
Como cosas invisibles.
Las cosas invisibles
Le tengo miedo a las cosas invisibles
Al aire que respiro
La sombra que evito
De algo que no vive y se apodera de mi cuerpo
Desde la extraña condición de lo externo
Mi dolor es una casa
Mi refugio es una casa
Mi tumba es una casa
Mi opción única es una casa de muros vulnerables
El concepto de frontera se ha borrado del diccionario
Y las cosas invisibles avanzan
Hormiguean la pared y
Se comen mis manos
Se multiplican recuerdos incompletos
A orillas de lo que quise decir
Y Nunca dije
Y Siempre quise
Y son nada,
Las cosas invisibles.
La muerte sobre mi
Con el dolor que parece tener rostro de perro enfermo,
Con su significante de crudeza y acidez
Con la llaga disimulada que espanta los valores del dinero
Soy dolor, soy un humano más en la tierra
Con la garganta perforada hasta el hoyo del hambre
Nadie avanza.
La muerte camina sobre mi.
Las cosas ajenas
Ver, el reproductor de música
Oír, al gato que no se mueve frente a un grillo
Tocar, la calle crujiente del sol que araña
Oler
Las cosas ajenas
Y ser más ajeno que el cuerpo habitado.
Los pulgares se resisten a pulsar tu nombre en el smartphone
No hay rutina hoy
Se ha quedado una mata de pelo en el cepillo y un poco de belleza
Sin dudar he condensado el corazón hasta que alcance en el táper del almuerzo
Las cosas se han fragmentado un poco
van separándose aceleradamente,
Sincronizadas con la Teoría del big bang y con un hoyo negro de Hawking
Pero tú, tan a lo lejos me ves y no me tocas,
Pertenezco a lo intangible e imaginario
Con la boca capturas las criaturas nocturnas sobre mi vientre
Y después de matarlas me matas a mi.