Almudena de Maeztu, comprometida con el arte.





Almudena de Maeztu y Manso de Zúñiga, nació en una familia de intelectuales. Nieta del escritor y político Ramiro de Maeztu, sobrina del pintor Gustavo de Maeztu y de María de Maeztu, una formidable mujer, pedagoga y escritora.  Trabajó codo a codo con quien fuera su marido, el musicólogo José Luis Pérez de Arteaga en el libro Mahler.
Almudena estudió Historia del arte en Londres y es autora del libro “Alma Mahler Gropius” donde revisa la vida de una estupenda mujer,musa de músicos, pintores y escritores.
Hoy les presentamos esta entrevista en donde podemos conocer a esta tremenda mujer, su trabaj, además de su idea de arte y belleza.  




1. Tú has crecido en una familia cercana al arte, y  has estudiado esta disciplina en Londres, ¿Que despierta en ti el arte?

El arte es la manifestación de todo lo bueno, lo bello y lo creativo que es capaz de hacer el ser humano. A veces, uno mira al mundo y no puede evitar caer en el desasosiego y la tristeza. Pero escuchando una sinfonía de Beethoven, contemplando un cuadro de Boticelli o leyendo a Shakespeare se llega a la conclusión de que no todo está perdido.

2.     ¿Con que manifestación artística te identificas más y por qué?

Con la música. Es la más etérea, la más abstracta, la más inmediata y la más técnica, por otro lado. La música y las matemáticas nacen a la vez.

3.     ¿Crees tú que el arte debe estar comprometido con algo?

Por supuesto, una obra tiene que decir algo. Si el artista tiene la capacidad técnica para expresar con sinceridad y habilidad lo que quiere decir, la obra será buena. En caso contrario, será mala. “Trabaja con las manos y serás un obrero, trabaja con las manos y la cabeza y serás un artesano, trabaja con las manos, la cabeza y el corazón y serás un artista”. San Francisco de Asís.

4.     En los 80 participaste  en algunos grupos de la llamada “Movida madrileña”,  como “alphaville” y “La mode”, ambos con influencias de post-punk. ¿Cómo describes tu paso por esas bandas y como influenciaron en tu riqueza musical?

Fue divertido estar en el momento preciso en el lugar justo. Franco acababa de morir y a unos pocos jóvenes se nos dio la oportunidad de subir a un escenario a decir lo que llevábamos dentro, libres de tocar, cantar y hacer cosas distintas. Fue una etapa divertida, dar conciertos, grabar discos… y aprendí mucho, a nivel personal. Estéticamente, me sirvió para profundizar en las raíces de la música, una profundización que se fue prolongando cada vez más hasta que llegué a la clásica.

5.     Para Kant “lo bello es lo que complace universalmente sin concepto; bello es objeto de un placer desinteresado”.  ¿Cuál es tu definición de belleza?

La belleza es una cualidad que tienen algunos objetos que nos hace sentir placer. Pero estas cualidades, lejos de ser subjetivas, son objetivas. Se cuenta la armonía, la integridad, el mensaje, la claridad, la simetría, la limpieza… lejos del dicho del “sobre gusto no hay nada escrito”, en las bibliotecas encontramos cientos de tomos de filosofía y estética dedicados a la belleza.

6.     La música ha sido en su vida un pilar fundamental. ¿Quiénes son tus compositores favoritos?

Beethoven, Bach, Mahler, Ennio Morricone, David Bowie, Pink Floyd… hay tantos…

7.     ¿Qué ha significado la “Música de Viena” en tu vida? 

Fue un descubrimiento, algo asombroso. Aunque, claro, también el producto de una evolución lógica. La Segunda Escuela de Viena no es más que ese momento histórico en el que el arte y, en concreto, la música, empieza a perder la forma. Lo malo es que ese déficit formal llevó a una calle sin salida de la que, gracias a Dios, la música está saliendo. Me refiero a que lo que empezó con Mahler y con Schönberg se convirtió en juegos sobre series de doce notas se fue quedando, progresivamente en meras asociaciones de cualquier tipo de serie… matemáticas puras sin mensaje ni forma alguna.

8.    En tu libro “Alma Mahler Gropius” describes a una mujer fuerte que estuvo en el momento exacto y en el lugar preciso, como una estupenda musa de artistas. ¿Existe alguna otra mujer con este extraordinario don de musa en la historia del arte?

Bonita pregunta. A partir de la segunda mitad del siglo XX, creo que la mujer occidental estaba más centrada en labrarse sus propios méritos que en ser musa de otro artista, pero sí. El arte siempre es atractivo, sexy, podríamos decir, y muy interesante para convivir (aunque puede también ser inaguantable según qué artista sea). El caso más parecido sería el de Isabel Preysler, no tiene carrera profesional, pero le gustan y se casa con hombres muy interesantes.

9.     Cuéntanos algo sobre tus actividades actuales y tus proyectos.

Estoy empezando una nueva etapa en la vida. Mi marido, el musicólogo José Luis Pérez de Arteaga, murió hace unos meses y eso me obliga a replantearme las cosas de otra manera. Soy anticuaria titulada, y por el momento, tengo un espacio musical en Radio Nacional de España (Radio5). También acudo allí donde me invitan a dar conferencias y charlas. Y de vez en cuando toco el bajo con un grupo de amigos, pero sin público.

                                                                                           Marijo Mattus



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