"De Nadie" de Mario Pérez Antolín



  












SINOPSIS DEL LIBRO DE NADIE

En este libro se agrupan todos los poemas que Mario Pérez Antolín ha ido publicando en sus tres libros de aforismos, es decir, aquí está su producción poética de los últimos diez años.
Según muchos críticos, en ellos se encuentra el alma de la escritura del autor. La médula que contiene lo más vital de su universo literario: imágenes luminosas y expresivas, ideas inquietantes y profundas, sentimientos amplificados por la sensibilidad extrema y experiencias que nacen de los conflictos humanos. Por eso Juan Carlos Mestre dice en el prólogo: “Mario Pérez Antolín es un poeta conmovedor, un oficiante de la ritualidad sagrada de las intersecciones, un lúcido vidente con las manos manchadas del blanco en la sal de la ofrenda, de la cal y la harina,  del mar que palpan los ciegos bajo el más antiguo sol de la noche. Sus poemas conmueven porque están habitados por el habla dúctil de lo sensible, la luz que se esparce sobre los campos de hielo y de ardimiento de la peripecia humana”.
En esta edición algunos poemas están ilustrados por Nuria Cadierno, estableciéndose un sutil diálogo, entre imagen y palabra, que se adentra en el territorio del misterio. Belleza e intensidad caracterizan la obra pictórica de esta extraordinaria artista.
El resultado final es un libro lleno de hallazgos estéticos sin olvidar el compromiso ético de cualquier creación completa.







Mario Pérez Antolín (Stuttgart, 1964) es uno de los aforistas más importantes de nuestro país. Sus libros en este género (Profanación del poder, La más cruel de las certezas y Oscura lucidez) han recibido elogios de pensadores tan eminentes como Eugenio Trías, Victoria Camps o Joan Subirats y se han convertido, por méritos propios, en lectura obligatoria para aquellos que prefieran la fusión de la buena literatura con una filosofía disidente.
Su obra poética, publicada en dos libros (Semántica secreta y Yo eres tú), destaca por la fuerza expresiva de las imágenes y por la profundidad reflexiva de las ideas, dando forma a un estilo muy innovador que tiene el reconocimiento de la crítica especializada, dentro y fuera de España.







III



 


Encenagado campo de tristeza,
cielo raso de una celda desnuda,
toisón que adornas cubos de basura
mientras un buitre te come las llagas.

Llegó el momento de las alabanzas
y sin las manos debes lacerarte.
Delante tendrás este crucifijo,
el mismo que utilizan en asilos,
colegios y conventos, hecho de
miga de pan y madera podrida.

Cuando anochezca y suenen los timbales,
como los latidos amplificados
de un corazón en su caja torácica,
un oratorio elevará a los santos
el resol que deja tu encarnadura.
Juan de Yepes, dime dónde te escondes.






                      VI


                                         ¡Qué pálida estás
en esta noche sin luna!

¡Qué quieta dentro
de la habitación vacía!

¡Qué sola, pareces una
madona renacentista!

¡Qué bella, acompañada
por cuatro cirios que escoltan
el féretro donde descansas!



       
                                                         VII




                                               Te han olvidado 
en el rincón más oscuro 
de la casa grande 
porque ya no sirves, 
porque ya no vales, 
porque eres viejo.

                                               En otro tiempo 
los propietarios reñían 
por conseguir tus favores, 
pero ahora 
nadie te hace caso 
porque ya no sirves, 
porque ya no vales, 
porque eres viejo.

                                               Buscas una segunda 
oportunidad 
para demostrar 
que aún estás en forma 
y con la misma 
disposición de antes.

                                               Aunque te haces notar, 
nadie repara en ti, 
y seguro que 
muy pronto 
encuentras por los pasillos 
de la casa grande 
a tu sustituto 
porque ya no sirves, 
porque ya no vales, 
porque eres viejo. 
Pobre perro, 
pobre animal de compañía.






      

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