Pilar Fontalba: "Trabajo mucho para promover el oboe"



Pilar Fontalba nació en Madrid en 1976 inicia sus estudios en música en el conservatorio Superior de Música de Madrid donde obtiene su título de Profesora Superior de Oboe con Premio de Honor. Posteriormente se traslada a Suiza e Italia a perfeccionar sus estudios.
Desde el 2004 es oboe solista de la Orquesta sinfónica de Navarra. En la temporada 2003-2004 fue miembro de la Orquesta Sinfónica de Basilea. Además ha tocado como solista en numerosas orquestas de ópera y sinfónicas de Bélgica, Francia, España, Suiza y Alemania y participado en festivales de música en Suiza, Austria, España, Polonia, Alemania.
En 2004 fue invitada por Pierre Boulez para tocar como solista Chemin IV de Berio bajo su dirección en la apertura del Festival Agora 2004
En 2004 fundó el Ensemble Laboratorium y además lo ha complementado dando  cursos de oboe y música de cámara en la Universidad de La Serena en Chile, y un curso para profesores con la finalidad de implantar un sistema de estudios de oboe en las Escuelas Artísticas de Chile. Ha sido profesora en Musikschule Pratteln en Suiza y ha impartido conferencias y clases magistrales en Cracovia, Varsovia, Chile, Buenos Aires, Sevilla y Mahón. Profesora de la sección de viento de los encuentros de música contemporánea de la Fundación ACA en Mallorca, y de la JONDE para el Festival de Alicante. 
 La maravillosa carrera de Pilar es la razón por la cual le hemos hecho algunas preguntas para adentrarnos más en la musicalidad de una tremenda oboísta.




     ¿A qué edad descubriste tu amor por la música?

Es difícil recordarlo porque en mi casa siempre se escuchaba música. Cuando tenia 8 ó 9 años comencé a asistir a clases de solfeo con mi hermana y mis amigos del barrio. Luego resultó natural continuar estudiando piano.
El oboe fue una táctica para ingresar como alumna oficial en una ciudad como Madrid, con muchísimos niños interesados en lo mismo; así, perteneciendo al alumnado, podría continuar con mis clases regladas de piano y solfeo. El momento de decidir en qué centrarme fue difícil, porque también me atraía estudiar física en la universidad, pero ya tenía tantos campos abiertos con el oboe que sentí la necesidad de explorarlos.

     ¿Tocas algún otro instrumento además del oboe?

Obtuve el título profesional de piano, formación en mi opinión fundamental para un músico. Además decidí cursar todas las asignaturas complementarias del piano, como son el transporte, la lectura a primera vista, la reducción de partituras orquestales, etc, más enriquecedoras para un instrumento esencialmente melódico como el oboe. Toda esta formación ha sido fundamental para mi carrera.

     Tú promueves la música contemporánea a través de clases magistrales y conciertos. ¿Sientes responsabilidad a la hora de elegir tu repertorio?

Hasta hace no mucho los músicos tocaban siempre la música del momento en el que vivían, y es desde hace poco más de un siglo se comenzó a incluir en el repertorio partituras más antiguas…hasta me atrevería a decir que puede ser uno de los motivos por los que, cada vez, la música actual se va alejando más del público. Los propios músicos somos muchas veces reacios a enfrentarnos a obras recientemente escritas. 
Personalmente me apasiona el barroco o tocar a Mahler en la orquesta, pero, igual que me intereso más por la arquitectura, diseño o pintura contemporáneos, me atrae mucho más transmitir la voz de los artistas que comparten mi actualidad que los que existieron hace 250 años.
Yo en la medida que puedo elijo a los compositores que me interesan y estoy trabajando mucho para promover la escritura para mi instrumento.

     ¿Crees que la vanguardia musical cae, en algunas ocasiones, en sonidos que se alejan de la armonía?

La palabra armonía tiene varias acepciones. Como término musical, fue un orden en el que derivó la música europea polifónica en el siglo XVII y que ha regido el lenguaje compositivo durante aproximadamente tres siglos, basado en la tonalidad, hasta que, a comienzos del siglo XX, Schönberg la desintegrara (ya antes otros compositores también sintieron la necesidad de explotar diversos recursos que se alejaran de las relaciones de acordes ya caídas en desuso). Son 300 años de música muy valiosa, pero hay mucha música antes y después, y también otros lenguajes en otros territorios durante ese periodo. Ha habido y habrá mucha música no regida por las leyes de la armonía.
En cuanto a otra acepción del término armonía, en su significado de orden y equilibrio, tengo que añadir que las mejores obras de arte y no sólo musicales la poseen, ya sean tonales o no. Por ejemplo, las Sequenze de Berio o el Requiem de Ligeti.


     ¿Qué lugar ocupa la audiencia, el público, en su forma de enfrentar la música? ¿Pone atención a lo que el público está pidiendo?

Claro, al igual que toco con placer la música actual, soy consciente de que me escucha gente de ahora. De hecho, he creado un colectivo con un grupo de artistas en la ciudad donde vivo centrado en romper estas barreras. La meta es que el público demande experiencias nuevas, así como todos vamos al cine a ver estrenos y no tanto a repetir antiguas películas.
Entiendo que la música ha evolucionado en los últimos 100 años a un ritmo tan vertiginoso y tan variado, que quizá el público no ha sabido ir al compás de tanta diversidad. Pero      tampoco éste es el mismo en todos los países, por ejemplo en Suiza me permito un repertorio más transgresor, que es acogido con mucha más naturalidad que en España, donde muchas veces los programadores me llegan a sugerir que alterne con obras más cercanas al público en general.

     ¿Qué mensaje darías a jóvenes músicos y concertistas?

Que no se enfrenten con miedo al repertorio actual. Es tremendamente motivador trabajar con compositores en la evolución de la escritura para su propio instrumento. Es imprescindible, como músico e instrumentista, conocer y trabajar en la medida de lo posible todo el repertorio, y más en el oboe que no tiene un volumen excesivo de obras específicas; y a partir de ahí, y con el conocimiento que éste aporta, es maravilloso descubrir sonidos, efectos o posiciones nuevas. Vivir la actualidad y mirar al futuro.

     ¿Planes para volver a Chile?


Me consta que desde hace varios años se están solicitando ayudas para organizar eventos allá, pero aún no se han obtenido. En cuanto se aprueben, iré encantada a este país que me enamoró hace 15 años y en el que tengo la dicha de haber conocido a grandísimos amigos y enormes músicos. 



                                                                                           Marijo Mattus

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