Guillermo Valdés: "Cuando canto me gusta brillar y que los demás brillen conmigo"



Guillermo Valdés es un joven tenor chileno que emigró a la tierra de Wagner en busca de consolidar su carrera, allí encontró buenos amigos, gente cálida, evolución en su voz, interesantes escenarios y una forma divertida de presentar ópera. Con simpatía y frescura conversamos con Guillermo acerca de cómo ve el la ópera, sus costumbres, mitos y lo que quisiera para Chile en materia cultural.  




·         ¿A qué edad supiste que el canto lírico iba a ser tu carrera, que sería la profesión de tu vida?

A los 12 años decidí que era la profesión de mi vida. Desde siempre canté, jugaba a hacer shows en casa, me disfrazaba; cuando llegue al colegio tuve como profesora de música la soprano Rebeca Carrasco, estaba en sexto básico y recuerdo que  nos hizo una prueba de diagnóstico pidiendo que los alumnos cantáramos, canté “Todos juntos”, cuando terminé todos mis compañeros me aplaudieron  fue increíble, entonces la profesora me dijo que yo iba a cambiar la voz y que sería un barítono, me sentía en el cielo, gracias a ella soy cantante, descubrí que quería ser cantante. A los 17 tuve una gran maestra Ahlke Scheffelt que me orientó en momentos de crisis. También otras maestras como Lucía Gana entre otros. .

·         ¿Cuáles son tus músicos favoritos, compositores y cantantes que te hayan marcado

Uno de mis compositores favoritos es Rossini, lamentablemente no ha marcado mi carrera porque yo no soy un tenor rossiniano, el repertorio de Rossini, salvo un  par de cosas no es para mí. Me encanta Rossini, es divertido, su música es alegre y creo que es bueno para iniciarse en la ópera, como “El barbero de Sevilla” ya que está en el inconsciente colectivo y puede generar un amor a primera vista para el oyente. He aprendido a conocer a Mozart, quien no me gustaba mucho, pero al estudiarlo lo entendí; mi primera ópera fue Die zauberflöte en un protagónico en Chile y tuve que estudiarlo. Luego cuando vine a Alemania a hacer mi master y trabajé sólo Mozart, canté “Cossi fan tutte”, “Don Giovanni”, “La finta giardiniera”; eso significó adentrarme en el compositor, aunque mi voz no es para Mozart es parte de la formación de un cantante porque te ayuda a manejar tu material, es un trabajo técnico que requiere de mucho control y para los tenores y las mezzosopranos no es tan fácil trabajarlo.
Me gusta mucho el bel canto, Donizetti, Verdi y Puccini; sus roles son los que mejor quedan para mi voz. En cuanto a los cantantes me encanta Hermman Prey, Teresa Berganza, Jessye Norman, Juan Diego Flórez. También soy un gran admirador de Placido Domingo de quién además tuve el placer de conocer en una Master Class recibiendo excelentes consejos

·         ¿Eres un cantante conservador en tu repertorio?

No soy conservador en repertorio, he cantado en ópera y opereta, si soy selecto a la hora de mis elecciones, a no ser que tengas un contrato. No me meto en repertorios que no son lo mío. No canto Bach ni Mozart (no son para mí) sí conservo mi línea de bel canto y trato de mantenerme ahí porque es mi fuerte. Hay roles que no son para mí, si me piden cantarlas lo hago pero por opción propia no.


·         ¿Cómo preparas tus roles?

Lo primero es leer  todo el libreto, veo la historia, aprendo del compositor, donde vivió  y en lo posible tener la información necesaria para saber en qué se basó para hacer esa obra; ahí  parto con trabajo de texto. Luego verifico el idioma, la fonética, si conoces el idioma hablar el texto si no, pedir ayuda. Debes traducir  luego preparación musical, siempre trabajo con coaching que me ayudan a prepararme. Nunca trabajo sólo siempre con alguien que me corrige en lo musical y vocal, creo que esa preparación es muy importante. Hay roles que necesitan 6 meses para madurarlos, cantar y hacer un rol es como un deporte, debes madurarlo, debes entrar en el personaje no sólo en lo musical, también en tu ser. Hay papeles más sencillos pero hay otros que debes trabajar bastante. Siempre soy muy duro conmigo mismo

·         Popularmente se ha dicho que la ópera es un mundo de divos y con mucha competencia, ¿es eso cierto? ¿Es salvaje esa competencia?

Yo creo que la competencia sí, es salvaje. Hay personas que van por la vida compitiendo hay personas que no caminan, levitan y se centran mucho en sí mismos; obviamente el trabajo va de la mano del éxito y están satisfechos de eso.
Hay una competencia, pero tus ganas lo que tienes que ganar porque puedes audicionar para un teatro maravillosamente pero buscan a otro tipo de persona, con otros rasgos, otra personalidad, etc.  Yo no tengo competencia con mis colegas porque lo veo como una actitud enfermante que demuestra inseguridad, lo que he ganado lo he ganado con mi trabajo. En Chile si sentí mucho eso, quien canta más, a quien le dan tal papel o quién  canta más agudo, no sé.
 Cuando canto me gusta lucirme pero sin opacar al resto, por eso me gusta trabajar con gente segura que respeten el trabajo de los colegas. Los que no son seguros buscan ese divismo. Acá he trabajado por suerte con seres humanos muy lindos, pero yo no me fijo en eso, soy un tipo seguro y me gusta brillar pero me gusta que los que están conmigo también se luzcan.


·         ¿Como ves la ópera y la cultura en Chile?

Yo creo que la ópera en Chile tiene un buen nivel, las producciones del teatro son buenas, son  interesantes. La posición del municipal es alta y con reconocimiento internacional, ha sido cuna e inspiración para varios artistas y destacados compositores como Sebastián Errazuriz, Miguel Farías  que han hecho muy buenas cosas.
 La ópera está en desarrollo a pesar de que las producciones liricas no son sólo en el municipal y se está descentralizando sin embargo se deben plantear nuevas propuestas para que  las personas encuentren una conexión con la ópera y se identifiquen, eso es un nexo para la cultura que tenemos. Hacer que la gente vea algo en su idioma que retrate su cultura. A nivel cultural creo que los organismos culturales no trabajan por un bien común, el estado debería entregar más cultura las personas quieren más cultura.

·          Cuéntanos sobre tu trabajo en “The Cast” :

Yo comencé a trabajar con “The cast”  hace dos años y medio aproximadamente. Soy el tenor de la ensamble, es uno de mis trabajos fijos y desarrollamos la propuesta de la opera entretenida con un concepto moderno, cercano; contamos historias de nuestras vidas. Es un show de entretenimiento, se cantan arias y ensambles populares, dependiendo de donde nos presentemos, hacemos 70 u 80 presentaciones en Europa, trabajamos en Alemania y grandes teatros de cabaret y ópera. Nos hemos presentado en Suiza, Luxemburgo, Francia, Austria. En esas presentaciones se mezcla lo clásico con lo moderno, escapamos de los estereotipos del cantante lírico. Interactuamos con el público y quebramos los esquemas todo el tiempo, nos reímos de los clichés de nuestro acento, es todo humor, se trabaja mucho y se hacen muchas giras. Tenemos numerosas presentaciones lo que nos hace conocidos; hemos tenido apariciones en TV y diversos medios de comunicación. Es divertido ir en tren y ver tu cara en un poster en donde anuncian “The cast” es un gran grupo y en el escenario contamos quienes somos en un formato entretenido y muy fashion, fresco y cercano. Acercamos la lírica al público.



·          ¿Cuáles son tus proyectos a largo y corto plazo?
A largo plazo me gustaría hacer repertorio adecuado para mi voz, perfeccionarme en bel canto y seguir internacionalizando mi carrera. Me gustaría cantar en Sudamérica en Chile. Me gustaría poder ser un puente con cantantes chilenos. Ayudarles a su carrera acá  que vengan a estudiar a Alemania, ser un lazo entre Chile y Alemania. Hacer clases, coaching. Trabajar en fundaciones que ayuden a cantantes. Apoyar a nuevos cantantes chilenos, músicos y arte en general.  A corto plazo tengo que representar Werther y la Boheme además sigo de gira con “The Cast” y en cuanto a estudios continuar perfeccionando mi voz y estudiar gestión cultural
·         ¿Te gustaría cantar en Chile?
Si, si hay ofertas claro, me gustaría y aportar lo que he aprendido acá. Me gustaría cantar allá, hacer coaching para que se preparen, quizá trabajar en alguna institución que desarrolle programas para que los estudiantes se vengan a estudiar, que sean proyectos sociales. En Chile trabajé en proyectos sociales en donde ayudábamos a los niños vulnerados y se hacían conciertos. Me gustaría hacer labores educativas, impulsando a jóvenes talentos. 

                                                                          Marijo Mattus 



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