Jorge Canales, poesía salvadoreña

Jorge Alberto Rodríguez Canales, nace en Santa Ana el 9 de enero de 1957. Profesor de Química, Licenciado en Biología y Maestría en Docencia Universitaria. Catedrático de la Universidad de El Salvador desde 1991. Secretario de Arte y Cultura en la Universidad de El Salvador (2017- 2020.) Director de la Editorial Shushikuikat.  Fundador del Colectivo Literario Letras Sin Fronteras.  Cinco veces Primer Lugar en poesía en España. Primer Lugar y tres veces Segundo en poesía en Argentina. Ha ganado más de setenta Menciones de Honor en Certámenes de Poesía en España, Argentina y Estados Unidos. Ha publicado diez y seis libros de poesía: Eclipse, Luciérnaga, Uvas de Musa, Androceo, Atrapájaros, Poemas Perros, Shushikuikat, Ecos de Agonía, Rostros en el Espejo, Atrapados (Publicados en Argentina y Cuba), Compilación Cromática, Pasajeros de la Oscuridad, Exilio, Vermilatos y Máscara. Coordinador de los proyectos de Antologías Poéticas: Clavando Espinas en la Oscuridad; Minervaversos; Dos Naciones en Verso I, II, III, IV y V (Cuba- El Salvador), A la Izquierda del Corazón I y II (Homenaje a Roque Dalton), Letras sin Fronteras I, II,III,IV y V; A dos Tintas I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX y X;  Poetas Invisibilizados de El Salvador I, II, III, IV, V, VI, VII y VIII;  Metáforas a Través del Mar I y II (Pinar del Río, Cuba / Colectivo Letras sin Fronteras); Estaciones del Retorno (Habana, Cuba / Colectivo Letras sin Fronteras ); Los Signos de la Tribu (Mayabeque, Cuba / Colectivo Letras sin Fronteras );  y Cadáver Nómada I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI.



                                                               Fotografía  Nadie Canales



 

VOZ DE CIRIOS

                                            A André Cruchaga

 

Desde la luz encendida de los cirios,

las plegarias a santos sordos,

el entristecido traje de madera.

 

Desde esa llama inquieta,

la lejanía de alientos,

ecos de despedidas inconclusas

y horizontes sin fronteras de recuerdos.

 

En un rincón de silencio:

una niña maquilla su muñeca de trapo

con las flores del muerto.

 

 



CREPÚSCULO DE PLAYA

 

El crepúsculo susurraba melodías de caracoles

con respiración de playa.

 

Como viento llegué a tu boca

a sorber miel disuelta en tu lluvia.

 

Tú eras abeja de ternura,

bebías rocío de mi voz.

Mi sed no te dejaba morir. 

 

El mar estaba loco: potro salvaje

relinchando onirismo de playa.

 




LOS CABALLOS

 

Salvajes –sin fronteras– los caballos.

Sus crines de palabras

enredan y desenredan

las plumas del viento.

Galopan figuras de espejos,

riesgosos abismos.

El poeta

apuña la rienda.

Hacia lo insospechado lo lleva el caballo.

 

 


EN EL ALA DE UN SUEÑO

                                                  A Ovidio Villafuerte

 

Escribía un poema

y se leía que volaba

en el ala de un sueño.

Siempre fue pájaro de tinta y fuego.

Se leía que volaba

en potros del relámpago.

La lluvia no lo mojaba.

Se leía la palabra lucha

pero era difícil no incinerarse con el sol.

Las alas de un poeta no son metáforas.

 


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